elindependiente.com: Las ‘doulas’ de la muerte
Las 'doulas de la muerte' acompañan y asesoran al enfermo y su familia cuando ya no hay vuelta atrás

Tener a un extraño en nuestro lecho de muerte es una imagen que nadie, a priori, querría experimentar en primera persona. El final ideal de la vida se asocia más a la familia, a la intimidad y al menor sufrimiento posible. Y en este punto, el de evitar el sufrimiento, es precisamente en el que ha surgido una figura profesional que pretende ser el perfecto acompañante para el último viaje, un ayudante para morir mejor.
En España aún no es muy conocido, pero en el mundo anglosajón las “doulas de la muerte” llevan trabajando desde principios del 2000. En el origen está Phyllis Farley, quien en 1998 y tras escuchar una conferencia sobre la importancia de tener compañía en los últimos momentos de la vida, decidió poner en marcha un programa de voluntariado con las que denominó doulas (del griego, mujeres que acompañan) para apoyar y solucionar las necesidades de las personas en el último momento de la vida.
Otros lo llaman “un amigo en la muerte”, como la asociación británica Vivir bien, morir bien. Ellos definen su labor como la de “poner a la persona que está muriendo y a su familia en el centro. Trabajar con el corazón abierto para crear una atmósfera de apoyo amoroso, amabilidad, respeto, dignidad y normalidad para ayudar a la gente a sentirse más seguro y en paz en el momento de la muerte, guiándoles, dándoles confianza y apoyo en la forma en que lo necesiten”.
Se trata de un apoyo integral que cada vez solicitan más personas, tanto cuando están solas como cuando están en familia, pero que no se ha extendido más en España “porque aquí la muerte está asociada a la negación y el fracaso, es de mal gusto hablar de morir”. Lo dice Mª del Mar López, presidenta de la Fundación Vivir un buen morir, la única creada en España para ofrecer este tipo de asistencia específica (algunas asociaciones y grupos en hospitales ofrecen apoyo similar en las unidades de cuidados paliativos).
Estos son algunos párrafos del artículo que la periodista Cristina Castro ha escrito para el diario digital «El Independiente» del 10 de junio de 2017.
Fuente: elindependiente.com