Segundo retiro de la Fundación VBM en Calatorao
Por Carmen

El viernes 24 llegamos a la sobria, elegante y acogedora casa Virgen de Cabañas. Yo, particularmente acompañada de mis miedos, inseguridades, resistencias… Recuerdo cómo, en la rueda de corazones, me tiembla la voz (y mira que tengo hechas ruedas! pero es superior a mí, eso de hablar con tantos ojos mirándome). Pero el grupo es tan amoroso, sencillo y carente de vanidades que nada más llegar ya empiezan a diluirse esos miedos…
Cenamos
1er contacto con esas suculentas viandas que a lo largo del fin de semana Claudia nos va a preparar.Gracias Claudia por tu saber hacer.
El sábado empezamos pronto, a las 7 ya estamos en el Dojo: -Sesión de Kundalini dirigida por Alberto. -Zazen. Ah! pero con sorpresa! Cuencos de cuarzo sabiamente tocados por Ana. Cómo me mueve! los cuencos lloran, yo lloro. En el viaje, habíamos hablado acerca de la incredulidad. Y ahora me encuentro con que, a lo mejor, si yo estaba incrédula o escéptica respecto al retiro, eso SE HA ROTO. Estoy llorando y esto no ha hecho más que empezar. Antes de morir ¿Qué me queda por hacer? ¿Aprender el secreto de la vida? ¿Tocar el violín? ¿Viajar al Polo? ¡No! Sólo hacer las cosas BIEN, levantarme por la mañana y VIVIR el día a día.
Desayunamos
Los alimentos artísticamente preparados por Claudia. Y de nuevo al Dojo. Ejercicios encaminados a entregarse al otro, a confiar en el otro y en su entrega, a soltar tensiones, desinhibirse, bailamos, nos estiramos. Ejercicios lúdicos, exploratorios, relajantes, verbalizamos, etc. Un buen conjunto de trabajos (y sólo estamos en la mañana!). Esto promete… Sospecho que va a ser potente. La verdad es que ya he perdido la noción del tiempo, no sé cuándo hicimos qué… Sólo hace tres días pero parece que fue hace un mes por la cantidad de material movido y la intensidad del trabajo hecho.
El grupo es «pequeñito», 9 seres humanos. Pero hoy se nos incorpora Susana. Gracias Susana! por tu disponibilidad; es que… necesitamos ser un número par. Hay que trabajar en parejas toda la tarde.
Me parece que ahora tengo que continuar con más agradecimientos
Y empiezo con mi pareja del sábado, Rosario (perdona, no recuero tu apellido, te voy a llamar Charo, para diferenciarte de Rosario M.).Gracias por tu actitud de entrega, por ser tan experta en el masaje, por ser tan dinámica y energética y por transmitírmelo. Y por ser tan buena compañera de habitación, también. Gracias Luismi, gracias Alberto, gracias Jose Luis, gracias Ana. Por vuestra generosidad, sabiduría, belleza, bondad. Está visto, este retiro ha estado lleno de maestros/as. Y ya puestos: gracias Ángel por ser tan especial, y por tu sentido del humor y por tu espontaneidad. Y gracias, Rosario, por tu amorosa actitud. Y que no se me olvide, ¡cómo no! Gracias, Mar, por tu gran generosidad en el acto de enseñarnos, conducirnos, ofrecernos tu casa, ser un «pedazo» de Maestra y un «pedazo de chamana». Por cierto, si el sábado no había estado suficientemente completito, todavía nos esperaba una sesión nocturna. Una emocionante ceremonia que se alargó hasta bien entrada la noche.
El Domingo
Yoga con José luis y zazén con… ¡Cuencos de cuarzo! El sonido ancestral me lleva a algo muy primitivo pero al mismo tiempo también es un sonido cósmico e intemporal y claro… son cuencos, normal que me mueva y me remueva algo uterino (como me dijo la «chamana» Mar).
Vuelvo como ayer a sudar y sudar, por la espalda, por el canalillo (que no tengo)… Algo uterino que tengo que licuar y evaporar, desde luego. Pues ala!… y de paso pido disculpas a mis vecinos de zazén (Angel y Luismi) con tanto sudor menopáusico; estuve inquieta, deshice la postura; o sea les incordié. Pero, por otro lado: gracias Ana por tus cuencos sanadores (me parece que vas a ganar el ranking de gratitudes no sé, no sé…).
Los cuencos me llevan a territorios laberínticos y vericuetos oscuros de la muerte. Pero después: la resurección, Mar y Ana cantan. Esa canción que siempre que la oigo me emociona profundamente.
Y por último sesión de psicodrama
Situaciones que nos llevan a vivenciar estados cercanos a la muerte desde distintos ámbitos: el que va a morir, los familiares, su dolor, su impotencia, la experiencia del cuidador, el punto de vista del profesional de la salud… Aquí yo me llevo la mejor parte, decido vivenciar la muerte más serena. Amorosa y sabiamente acompañada por Ana (ya sabía yo que había más gratitudes para ti). Acompañamiento espiritual, según ritual cristiano y también budista. ¡Qué lujo! Ojalá tenga cuando me llegue el momento la centésima parte de suerte. Mi cuerpo pasa a ser tan sólo una metáfora para explicar el buen viaje, el buen tránsito. Se disiparon los nubarrones de tormenta y me doy cuenta que se han disipado justo con la última unción. Ya, con la bendición y el perdón el cielo está despejado. Qué pereza cuando me hacen volver. Qué bella mi cuidadora. Parece de otro mundo, su mirada es diferente. Ah! bueno, también ha habido tiempo para unas buenas risas, recordando esa «tensa» espera en la ceremonia de la noche… Esos personajes que poblaron el Dojo: esa vecina, o pariente tan bienintencionada y voluntariosa pero no por ello menos METEPATAS; ese ATS tan en contradicción con su médico; ese enfermo tan agitado; esa enfermera tan mandona; esa directora tan directora… ¡Cuánto talento se ha perdido el teatro español!
Por último, destacaría del grupo nuestra disponibilidad, nos soltamos; que hay que bailar, se baila; que hay que psicodramatizar, se psicodramatiza; que hay que estirarse, nos estiramos; que hay que… y que… y que… pues nos… y nos…
Que no voy a contarlo todo. Algunas cosas quedarán en el recogimiento, en la intimidad, en el corazón del grupo. Ese grupo en el que me he sentido tan acogida.
28 de agosto de 2009